Estamos casi acariciando el mes de la primavera y, como muchos sabemos, con ella llegan las alergias. Pero, ¿es una cuestión meramente humana? Claro que no. Nuestros peludetes también sufren a causa del polen y los ácaros. De hecho, estudios confirman que uno de cada siete perros, padece algún tipo de alergia. Por eso, es muy importante estar atentos y anticiparnos.
PRIMER PASO: RECONOCER LA ALERGIA
Como siempre decimos, la observación es fundamental. Un peludete alérgico se rasca por demás y lame con demasiada frecuencia la herida para frenar el insoportable picor. Por ello, si notamos este tipo de comportamiento, debemos ir cuanto antes a visitar a nuestro veterinario de confianza.
“La picazón (prurito) suele extenderse al hocico y alrededor de los ojos. Además, puede afectar a los ojos, a los oídos -e infectarlos- y también a las axilas, donde la piel del perro es más delicada.”
Un peludete con alergia al polen presenta zonas en la piel enrojecidas e, incluso, pérdida de pelo. Por ello, se lamerá y rascará compulsivamente.
ÁCAROS: ¿CON LA PIPETA ALCANZA?
“Los perros son como las personas, pueden ser alérgicos al polen o a los ácaros. Algunos usan antipulgas o pipetas convencionales, pero a veces no alcanza. Los dueños de las mascotas asumen que por estar colocándole la pipeta es suficiente y eso no significa que sea mala, sino que no le alcanza a ese perro. Hay nuevas modalidades, como por ejemplo los comprimidos, que normalmente sólo se usa esa medicación. Es decir, la pulga le pica y el perro se muerde. Ahí entramos en un conflicto porque muchas veces se resuelve, en otros casos no porque son más sensibles a la picadura de la pulga. En esos casos, hay que usar dos antipulgas al mismo tiempo. También está el problema de la pulga del gato, que es de diez a mil veces más irritable que la del perro. Si una pulga de gato le pica a un perro puede sufrir una reacción alérgica muy importante,” aclaró el médico veterinario, Gustavo Tártara, en el portal de El Ciudadano.
CÓMO REDUCIR EL EFECTO DEL POLEN EN CASA
Si bien, al igual que en la personas, es muy difícil que desaparezca la alergia, sí se puede hacer algo para mantener a nuestro peludete alejado de aquellas cosas que la generan.
Una forma sencilla es limpiar sus patitas cuando volvemos de un paseo, sobre todo la parte de sus almohadillas, ya que se consideran “un escondite perfecto” para los granos de polen.
Bañarlo es otra forma de contribuir a la eliminación de toda sustancia extraña que le cause alergia. Eso sí, recordemos que no podemos hacerlo todos los días, puesto que eso daña a su piel, como hemos visto en notas anteriores.
Nosotros también podemos contribuir si antes de caminar por la casa, ni bien llegamos, nos sacudimos bien los pies en el felpudo (que, posteriormente, será sacudido afuera).
Otro dato clave es tener en cuenta las zonas en las que hacemos ejercicio con nuestro peludete. Evitemos aquellas en donde abunda cualquier tipo de vegetación a la que resulte vulnerable, dado que esto agudizaría el cuadro.
Ya estuvimos hablando en otro momento de los distintos tipos de alergias que pueden aparecer en nuestros peludetes. Asimismo, destacamos la importancia de nuestro rol como observadores constantes de cada comportamiento inusual. Recordemos que somos esa voz que informa al veterinario. Más allá de sus conocimientos académicos, él va a necesitar un registro de actividades de nuestro amiguete como para evaluar el origen de aquello que estamos notando distinto.
Estamos a semanas de arrancar una nueva estación. Hermosa por sus colores y aromas, pero también molesta para los que sufrimos algún tipo de alergia. Por eso, si ya sabemos cuánto nos fastidia a nosotros, imagínense a ellos que no pueden ir por sí mismos a la farmacia y pedir un antihistamínico. Nos necesitan a nosotros, para detectar el problema e ir a informarlo a un profesional. Seamos su voz, una vez más, y ayudémoslos para que la primavera sea disfrutable como su magnífica belleza lo amerita 😉 ❤
Silvina Rodríguez Gáspari
FUENTES: http://www.consumer.es/ * http://www.elciudadanoweb.com/
En Patas y Sin Pulgas 